El dicho de Jesús serán una sola carne, es tan cierto como lo más cierto, aunque también dijo que hay que cortar el brazo si este es ocasión de pecado. Si esto se ha de llevar a cabo con unas razones o en unas condiciones, no sé decirlo.
Concreta e individualmente lo desconozco, y no es cosa en la que yo tenga que decidir, ni incitar a otro a que lo haga. Que Dios ayude, y haga que las cosas se procuren hacer según su voluntad. Todos estamos en sus manos.
Si yo mismo hubiera sido abandonado por una infiel esposa, a la hora de ponerme ante un nuevo matrimonio me negaría a hacerlo. Solo en el caso de que mis tendencias sexuales, o las solicitaciones fueran tan fuertes ya se vería. No es fácil el celibato forzado.
Si el mal resultara peor que el casarse de nuevo, posiblemente haría mi opción, en conciencia y encomendándome a la misericordia de Dios. Solo Él sabe lo que podría haber hecho. Y repito como siempre ¿de que otra cosa dependemos?
Esto digo, para no quedar fuera de la realidad, limitándome cómodamente a opinar escribiendo un librito en una computadora. Por que hay gente que sufre, y mucho, y está incapacitada para tomar decisiones meditadas y maduras, estando en angustia de alma y en confusión de espíritu.
Todos o casi todos hemos tenido rasgos de celos, de envidia, de aversión a cosas que nos contrariaban, a pesar de ser conscientes de que esas actitudes no son ni de lejos correctas. Y es que hay momentos en que no somos dueños de nosotros mismos.
Si se entiende así esto, seremos nosotros las personas más comprensivas del mundo. Solo el que se conoce bien a sí mismo y sabe discernir sus propias miserias, también sabe comprender (no justificar) las de los demás.
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